sábado, 29 de noviembre de 2014

Dispraxia

  En la entrada de hoy voy a hablaros sobre la dispraxia, o trastorno del desarrollo de la coordinación motora (TDAC), enfermedad poco conocida que te puede llevar a pensar que tu amigo simplemente es un poco lentito.

  Se trata de una alteración psicomotriz que hace que acciones tan cotidianas como atarse los zapatos o montar en bicicleta se conviertan en gestos lentos y de considerable dificultad.

   Esta enfermedad afecta a entre un 2 y 5% de los niños, empieza a manifestarse en el primer año de edad, aciéndose más evidente entre los 5 y 11 años.

   La dispraxia afecta prinicipalmente a la coordinación motora, pero también puede afectar a diferentes niveles, créando diferentes tipos de dispraxia:


  • Dispraxia ideomotora: implica dificultad a la hora de crear una secuencia pensamiento - acción en actos sencillos. Interviene en acciones como coger un objeto.
  • Dispraxia ideatoria: es similar a la anterior pero afecta a la realización de actos más complejos, como pueden ser atarse los zapatos o coser un botón.
  • Dispraxia oromotora o del habla: afecta a los músculos que se encargan de la fonación, teniendo problemas para pronunciar palabras. 
  • Dispraxia constructiva: dificulta la compresión de los espacios, el individuo afectado tendrá problemas a la hora de comprender relaciones como meter una caja grande en otra más pequeña.
Daniel Radcliffe caracterizado como Harry Potter.
  Los individuos que presentan este trastorno pueden llevar una vida completamente normal o, incluso, sobresaliente, como le pasa a Daniel Radcliffe, actor que dió vida a Harry Potter, de niño se le detectó la llamada "enfermedad del niño torpe", más concretamente dispraxia ideatoria, lo que no impidió que alcanzara la fama como actor, aunque, aún hoy en día, no es capaz de acciones como atarse los zapatos.

  Para tratar esta enfermedad se utilizará un enfoque multidisciplinar, necesitando fisioterapeutas, logopedas o neuropsicólogos. Será muy importante el uso de técnicas de refuerzo por parte de los padres del niño, como puede ser tocar algún instrumento para las dispraxias motoras o movimientos mandibulares para las oromotoras, además de fomentar su autoestima, elemental para que el niño vea que este trastorno no supone ningùn tipo de problema.







No hay comentarios:

Publicar un comentario