Se trata de un trastorno que afecta a mujeres de todas las edades y que cursa con los síntomas propios de un embarazo natural, como la amenorrea (falta de menstruación), náuseas y vómitos, producción de leche, sensación de movimiento del feto... en definitiva, el cuerpo simula que está embarazado como respuesta a un estímulo emocional. Este estímulo puede darse por el deseo de estar embarazada, o, incluso, por no poder tener hijos y el estrés que eso puede llegar a conllevar.
Este tipo de embarazos no suponen ningún problema de cara a embarazos reales, lo importante en estos casos es la detección del trastorno, simplemente comprobando el tamaño y situación del útero, y convencer a la mujer de su estado, cuando eso pase el cuerpo recobrará el equilibrio y volverá a la normalidad.
Como dije antes se trata de un trastorno de tipo somatomorfo, la persona reprime sus sentimientos, puede ser por miedo a defraudar a su familia al no poder quedarse embarazada, o, muchas veces en gente joven, el temor a tenerlos, y estos se canalizan por medio de su cuerpo.
Este trastorno también puede llegar a presentarse en los hombres, cuando sus parejas estan realmente embarazadas, en estos casos la mejor solución es la ayuda psicológica. En el caso masculino recibe el nombre de Síndrome de Couvade, y es un 15% más probable en casos en los que su pareja tiene un embarazo de riesgo.
Una vez solucionado el problema, no debemos pensar que ya ha acabado, puesto que esto indica un cierto desorden psicológico que ha de ser trabajado por el paciente.
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