En esta nueva entrada nos centraremos en el síndrome de
Treacher Collins, una enfermedad genética que se caracteriza por deformidades
craneofaciales como la ausencia de pómulos o el paladar hendido.
Recibe su nombre del cirujano y oftalmólogo inglés Edward
Treacher Collins, quien describió sus características esenciales en el año 1900
y que 49 años más tarde fueron descritas también por A. Franceschetti y D.
Klein en sus propias observaciones sobre la enfermedad, a la que identificaron
como disostosis mandibulofacial.
Cambios en la simetría facial en Treacher Collins. |
El niño generalmente mostrará inteligencia normal, aunque
deformidades craneofaciales como la ausencia de pómulos, bloqueo de las vías
aéreas (que puede desembocar en la muerte del infante), desarrollo incompleto
de los huesos malares, anomalías en el oído externo, coloboma en los párpados
inferiores, ausencia de pestañas y paladar hendido, de manera que las cavidades
nasal y bucal resultan comunicadas por una fisura o grieta. Además, muchos de
los afectados sufren hipoacusia o sordera, debido a una anomalía en la
morfología del oído.
Físicamente, los rasgos más característicos acostumbran a
ser una boca ancha, nariz prominente, mentón pequeño con un agudo ángulo de la
mandíbula inferior y orejas mal desarrolladas. Los ojos se encuentran
inclinados hacia abajo, con cortes en el párpado inferior y los extremos de los
ojos se inclinan hacia abajo por el escaso desarrollo de la estructura ósea
subyacente del rostro. A pesar de esto, por lo general la visión no resulta
afectada.
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